Y fue como un hechizo. Días antes, cada quien seguía el camino con cierto abatimiento. El azote de un año despedido a oscuras, las embestidas de un gobierno seudonuevo, su próximo banquete total y la ...
El conejo comprendió que Jesús era el Hijo de Dios y decidió que tenía que avisar al mundo y a todas las personas que lloraban, que ya no tenían que estar tristes porque Jesús había resucitado.